Medianoche
En el medio de la noche
cuando el sueño se convierte en pesadilla,
cuando la congoja aprieta a la melancolía,
y la soledad se transforma en compañía,
apareces tú, tierna y sonriente,
a salvarme del dolor
a calmar mi sed
a saciar mi cuerpo...
En el medio de la noche
cuando los gatos patrullan la ciudad
la gente duerme
los serenos toman mate con el miedo
y las prostitutas alquilan sus cuerpos por monedas,
apareces tú, vestida de Hada Madrina,
a defenderme en este juicio inicial
a cantarme una canción al oido
a planchar las arrugas de mi alma...
En el medio de la noche
cuando el silencio hace añico los cristales
cuando la lluvia humedece los recuerdos
y un niño duerme sus ilusiones en la calle,
apareces tú, con una varita mágica en la mano,
para transformar
desierto en vergel
quietud en movimiento
ramas secas en nido
palabras sueltas en poema
pasos perdidos en camino
tarareo de ducha en sinfonía
paleta de colores en arco iris...
En el medio de la noche
apareces tú, como un relámpago,
iluminas el cielo
y me convidas a un vuelo
que tiene tu corazón como destino.
Hugo Medrano
30 Agosto 2001
cuando el sueño se convierte en pesadilla,
cuando la congoja aprieta a la melancolía,
y la soledad se transforma en compañía,
apareces tú, tierna y sonriente,
a salvarme del dolor
a calmar mi sed
a saciar mi cuerpo...
En el medio de la noche
cuando los gatos patrullan la ciudad
la gente duerme
los serenos toman mate con el miedo
y las prostitutas alquilan sus cuerpos por monedas,
apareces tú, vestida de Hada Madrina,
a defenderme en este juicio inicial
a cantarme una canción al oido
a planchar las arrugas de mi alma...
En el medio de la noche
cuando el silencio hace añico los cristales
cuando la lluvia humedece los recuerdos
y un niño duerme sus ilusiones en la calle,
apareces tú, con una varita mágica en la mano,
para transformar
desierto en vergel
quietud en movimiento
ramas secas en nido
palabras sueltas en poema
pasos perdidos en camino
tarareo de ducha en sinfonía
paleta de colores en arco iris...
En el medio de la noche
apareces tú, como un relámpago,
iluminas el cielo
y me convidas a un vuelo
que tiene tu corazón como destino.
Hugo Medrano
30 Agosto 2001
1 comentario
Kamakura -