"La Misión" Andrew Matthews
Un mensaje que recibi en mi correo electronico y deseo compartir con ustedes:
Tu misión en la vida no es cambiar el mundo. Es cambiarte a ti. No hay soluciones «externas», sino soluciones «internas». Cuando estés cansado y harto de estar cansado y harto, cambiarás.......
¿Has observado que algunos días, en la carretera, parece que todos van a por ti ? Sobre todo cuando has salido de mal umor de tu casa. O como cuando sales furioso de la oficina y al entrar en el metro todo el mundo te empuja. La recíproca también es cierta. ¡ Qué diferente parece el mundo cuando estamos enamorados !
El mundo es un espejo: lo que sientes por dentro te contempla desde fuera. Y por eso no puedes mejorar tu vida trabajando sobre los aspectos exteriores. Si la gente de la calle te parece hostil, el cambiar de calle no resuelve nada. Si no se te respeta debidamente en tu trabajo, el cambiar de empleo tampoco es solución.
Muchos lo hemos aprendido al revés: «Si no te gusta tu empleo, búscate otro», nos han dicho. «Si no te gusta tu mujer, cambia de mujer». A veces cambiar de empleo o cambiar de pareja es lo más oportuno. Pero si no cambias tú también, cuando vuelvas a empezar probablemente será lo mismo.
El capitán Gerald Coffee estuvo siete años prisionero de guerra en Vietnam del Norte. Él mismo ha comentado su cambio de actitud: «Al principio rezaba a Dios pidiendo que cambiase mi situación.....Dios mío, devuélveme los últimos cinco minutos antes de mi captura, que cambiaré el rumbo a otra parte.....Dios mío, por favor, que ganen los americanos y me saquen de aquí......»
«Con el transcurso del tiempo -prosigue-, mis oraciones fueron diferentes.... Deseé convertirme en una persona mejor y no sólo sobrevivir, sino que mi experiencia como prisionero de guerra me aprovechara de algo». Antes deseaba un cambio en sus circunstancias; después pasó a preferir un cambio en sí mismo. Con esto descubrió un principio fundamental y a partir de entonces empezó a ver un sentido en su situación.
Cualquiera que sea la nuestra, estamos en ella porque la situación tiene algún tipo de enseñanza para nosotros. ¡Por eso estamos aquí! Pedir a Dios que cambie nuestra situación no conduce a nada. ¡Mientras no hayamos cambiado nosotros, seguiremos necesitando esa situación!
Si María tiene peleas en su matrimonio, es ella quien debe cambiar, aunque diga: ¡ Dios mío ! Si quisieras cambiar a mi Federico me harías feliz. ¡ Error ! Federico está resentido con María y se niega a cambiar. María pide el divorcio y un año después oímos que dice: Dios mío ! Si quisieras cambiar a mi Ricardo...
Cuando decimos «Dios mío, por favor, cambia mi circunstancia y ahórrame la molestia de cambiar yo» demostramos que no hemos entendido nada. La petición debería ser «Cámbiame a mí, cambia mi manera de pensar sobre esto». Cuando se modifica nuestra apreciación de las circunstancias, ellas se modifican.
¿ Parece demasiado ingenuo lo que antecede ? Considerémoslo a la luz de la física: Hace trescientos años, en plena vigencia del modelo Newtoniano, se creía que todos los objetos tenían una realidad inalterable y definida. Pero hoy, la física cuántica y el principio de indeterminación de Werner Heisenberg presentan un panorama diferente, según el cual la observación altera la naturaleza del hecho observado.
¿Qué significa para nosotros, en nuestra vida cotidiana ? La física corrobora lo que siempre habían enseñado los maestros espirituales: que la presencia del observador influye sobre la cosa o la situación observada. Cuando tú cambias tu pensamiento, tu vida cambia. Enmendar el rumbo de la vida es un trabajo interior. No se necesita una acción concertada con nadie más. Cuando tú te mueves, el mundo se mueve. En la medida en que tú cambias, los demás agentes de tu vida cambian....o desaparecen reemplazados por otros. Y mientras te ayudan a asimilar tus enseñanzas, tú los ayudas a vivir las que ellos necesitan.
En las relaciones, trabajar sobre ti mismo da resultados. Querer cambiar a los demás no da resultados.
¡¡Asi que a cambiar nosotros primero!!.
¡Excelente fin de semana!
Claudia
Tu misión en la vida no es cambiar el mundo. Es cambiarte a ti. No hay soluciones «externas», sino soluciones «internas». Cuando estés cansado y harto de estar cansado y harto, cambiarás.......
¿Has observado que algunos días, en la carretera, parece que todos van a por ti ? Sobre todo cuando has salido de mal umor de tu casa. O como cuando sales furioso de la oficina y al entrar en el metro todo el mundo te empuja. La recíproca también es cierta. ¡ Qué diferente parece el mundo cuando estamos enamorados !
El mundo es un espejo: lo que sientes por dentro te contempla desde fuera. Y por eso no puedes mejorar tu vida trabajando sobre los aspectos exteriores. Si la gente de la calle te parece hostil, el cambiar de calle no resuelve nada. Si no se te respeta debidamente en tu trabajo, el cambiar de empleo tampoco es solución.
Muchos lo hemos aprendido al revés: «Si no te gusta tu empleo, búscate otro», nos han dicho. «Si no te gusta tu mujer, cambia de mujer». A veces cambiar de empleo o cambiar de pareja es lo más oportuno. Pero si no cambias tú también, cuando vuelvas a empezar probablemente será lo mismo.
El capitán Gerald Coffee estuvo siete años prisionero de guerra en Vietnam del Norte. Él mismo ha comentado su cambio de actitud: «Al principio rezaba a Dios pidiendo que cambiase mi situación.....Dios mío, devuélveme los últimos cinco minutos antes de mi captura, que cambiaré el rumbo a otra parte.....Dios mío, por favor, que ganen los americanos y me saquen de aquí......»
«Con el transcurso del tiempo -prosigue-, mis oraciones fueron diferentes.... Deseé convertirme en una persona mejor y no sólo sobrevivir, sino que mi experiencia como prisionero de guerra me aprovechara de algo». Antes deseaba un cambio en sus circunstancias; después pasó a preferir un cambio en sí mismo. Con esto descubrió un principio fundamental y a partir de entonces empezó a ver un sentido en su situación.
Cualquiera que sea la nuestra, estamos en ella porque la situación tiene algún tipo de enseñanza para nosotros. ¡Por eso estamos aquí! Pedir a Dios que cambie nuestra situación no conduce a nada. ¡Mientras no hayamos cambiado nosotros, seguiremos necesitando esa situación!
Si María tiene peleas en su matrimonio, es ella quien debe cambiar, aunque diga: ¡ Dios mío ! Si quisieras cambiar a mi Federico me harías feliz. ¡ Error ! Federico está resentido con María y se niega a cambiar. María pide el divorcio y un año después oímos que dice: Dios mío ! Si quisieras cambiar a mi Ricardo...
Cuando decimos «Dios mío, por favor, cambia mi circunstancia y ahórrame la molestia de cambiar yo» demostramos que no hemos entendido nada. La petición debería ser «Cámbiame a mí, cambia mi manera de pensar sobre esto». Cuando se modifica nuestra apreciación de las circunstancias, ellas se modifican.
¿ Parece demasiado ingenuo lo que antecede ? Considerémoslo a la luz de la física: Hace trescientos años, en plena vigencia del modelo Newtoniano, se creía que todos los objetos tenían una realidad inalterable y definida. Pero hoy, la física cuántica y el principio de indeterminación de Werner Heisenberg presentan un panorama diferente, según el cual la observación altera la naturaleza del hecho observado.
¿Qué significa para nosotros, en nuestra vida cotidiana ? La física corrobora lo que siempre habían enseñado los maestros espirituales: que la presencia del observador influye sobre la cosa o la situación observada. Cuando tú cambias tu pensamiento, tu vida cambia. Enmendar el rumbo de la vida es un trabajo interior. No se necesita una acción concertada con nadie más. Cuando tú te mueves, el mundo se mueve. En la medida en que tú cambias, los demás agentes de tu vida cambian....o desaparecen reemplazados por otros. Y mientras te ayudan a asimilar tus enseñanzas, tú los ayudas a vivir las que ellos necesitan.
En las relaciones, trabajar sobre ti mismo da resultados. Querer cambiar a los demás no da resultados.
¡¡Asi que a cambiar nosotros primero!!.
¡Excelente fin de semana!
Claudia
10 comentarios
Ulises -
Sin embargo... hay un detalle que falta en el final del post, aunque para muchos no hará falta: pon todo bajo duda sí, pero cambia sólo lo que te haga ser mejor persona, mas feliz tú, más felices todos (eso del jefe... el mío me psicopatea cada tanto, y mas que comprenderlo no puedo hacer).
Aristotélico yo, supongo que la clave está en la unión entre lo que da el mundo, y lo que podemos dar, sin esperar que cambie. Pero lo que podemos dar (q en algunas cosas, es mas de lo que damos, y en otras menos), porque tambien nosotros tenemos que ser felices... o acaso el que nos creó no lo quiere así?
Ulises -
Gracias por tu página.
EnelCamino -
Podemos actuar sobre lo que depende de nosotros, no sobre lo que depende de otros.
Me ha gustado tu reflexión.
Besos
Clau -
El hombre infinito -
Existe el cambio cuando hay voluntad de cambio deseo de cambio pero el reloj del cambio es una piedra difícil un hueso duro de roer un río que sucede despacio mirar trae consigo que nos escuezan los ojos y el alma suele tener cierta inclinación a lo inmediato.
Sobre eso escribí un libro completo de poemas que proponían una forma de entender la vida más... intensa, más rica en sensaciones, más profunda.
Pero harto de sentirme solo, harto de ver que mis propuestas sembraban dolor en aquellos a quien yo amaba, cambié. Me convertí en un ser "normal" (es decir, dentro de la norma) y con ello me perdí a mi mismo, me encontré más solo, me plegué absurdamente aldesconsuelo, me convertí en un fraude y también estoy perdiendo a la gente que amo.
Ahora tengo que empezar de nuevo, y recordar que el cambio es una piedra difícil, e instarme de nuevo a la paciencia, e ir construyendo la casa del abrazo como debe ser, como mi alma me grita a voces que debe ser y dar rienda suelta a mi hombre infinito que está tan constreñido en mis prejuicios prestados, en esta forma tan torpe de entender la vida que tienen los que se afanan por cosas vanas.
Tu post ha venido a recordármelo. Gracias.
Quiero ser yo.
Ese loco contento.
Clau -
Saludos
Quiero_una_sopa está de acuerdo -
Pero hay algo sobre las parejas que no me cuadra.En una pareja no ha de cambiar sólo uno mismo.Si la relación va mal,es cosa de los dos.Si cambias tu vida y tu forma de ser,para estar a buenas con el otro,estas cometiendo un grave error.Te estás negando a tí misma y realmente no estas arreglando la situación,sino agravarla con más autosacrificio.
Alomejor a lo que te refieres es a que si te va mal con uno,no echarle sólo las culpas a él,pero aún así...el tema de pareja es un mundo a parte,e insisto,es cosa de dos,no de uno sólo.Alomejor a lo que te refieres es a en vez de pensar "que cambie mi Enrique",dejar la relación y analizar por qué ocurre lo que ocurre...
Bueno,aún así,tienes toda la razón del mundo,jeje n_n
Cambiar la forma de pensar es muy duro y muy dificil,pero ya me he dado cuenta de lo que debo hacer para salir de mi bache particular.
y lo peor es que lo sabía,pero por muchas vueltas que le diera no lo recordaba...
Me alegro de haberte leído,saludos!
Clau -
¡¡Afectuoso abrazzo!!
Noctu: es es lo mejor del día a día tenemos oportunidad de cambiar y elegir... ¡Bendito libre albedrio!!
Besito dulce y que tengas un super fin de semana!!
Noctámbulo -
Si algo no esta en tus manos cambiar, no lo intentes. Creo que es un buen principio de acción y, por supuesto, cambiar nosotros mismos sí está en nuestras manos. Bonito fin de semana. Un abrazo.
Lyra Haydée -
Saludos, me gusto mucho tu blog ^^